El recorrido en tren fue algo duro teniendo en cuenta que estuvimos 48 horas en un asiento, durmiendo como podiamos, algunos debajo del asiento o en el pasillo...aire acondicionado a tope (nos querian aclimatar al frio??), chinos y tibetanos yendo y viniendo por el pasillo cada dos por tres, escupiendo, tirando las cascaras de pipas alli donde podian,...pero se nos hizo cortisimo de las ganas que teniamos de llegar al Tibet, y porque, aunque eran un poco guarretes, la mayoria era gente muy amable, con la que intercambiamos unas palabras ellos en su idioma y nosotros en el nuestro, pero por gestos algo pudimos llegar a comunicarnos.

Ya desde el tren, justo antes de entrar en Tibet, ya se veian un monton de montanyas nevadas a lo lejos, unas llanuras inmensas sin ninguna poblacion a la vista en muchos kilometros, solo algunos antilopes, burros salvajes y yaks. Poco apoco iban apareciendo pequenyos pueblecitos, con sus campos de cultivo y lso yaks. Aqui en esta region es tipica la carne y la mantequilla de yak.